Tras una espectacular jornada de jueves en el Leyendas del Rock 2018, llegaba la del viernes dispuesta a superarla. Grupos, creemos, que había para ello. ¿Lo habrá conseguido?. Vamos a comprobarlo.
Como en la jornada anterior, todavía no tenemos el don de la omnipresencia, por lo que solo os traemos las crónicas de lo que seleccionamos para ver íntegramente. Esperamos que os gusten.
Turisas y su fiesta continua
Tres años después y sin novedad alguna en su discografía que llevarnos a la boca, estos fineses volvían a presentarse en el Leyendas del Rock. Aunque su vocalista, Mathias Nygård, ya se encargó de recordarnos durante el concierto que volverían de gira en marzo de 2019 con un nuevo trabajo debajo del brazo.
Está claro que la mezcla de metal sinfónico, power metal y folk que practican es un reclamo importante hoy por hoy en este mundillo. Si a esto le unimos la llamativa caracterización de sus componentes y una imagen de marca bien cuidada, hace que se trate de un grupo con bastantes y acérrimos adeptos. La prueba está en que, a pesar de la hora y el calor (y eso que empezaba a nublarse), había bastante gente para presenciar su actuación.
El concierto comenzaba con la épica ‘The March Of The Varangian Guard‘ y un sonido bastante decente que siempre caracteriza al grupo. ‘A Portage To The Unknow‘ y ‘To Holmgard and Beyond‘ fueron las siguientes en sonar. La participación del respetable era máxima, todo ello espoleado por las arremetidas de los distintos miembros de la banda. Muy simpáticos y participativos.
‘We Ride Together‘ y su trepidante ritmo fue la siguiente en llegar, siendo el único guiño del grupo a su último álbum, ‘Turisas2013‘. Turno ahora para ‘In The Court Of Jarisleif‘, tema más folk que puso a todo el mundo a bailar, incluido Mathias, que extenuado tras la descarga caía al suelo, para luego resurgir a base de entonar su ya clásica melodía rusa.
El épico final vino acompañado de sus clásicos más inmortales. El hímnico ‘Battle Metal‘, y tras un breve descanso, ‘Stand Up And Fight‘, que nos hizo saltar a todos, y la esperada ‘Rasputin‘, versión del clásico de Bonie M. Gran comienzo que nos auguraba una jornada cargada de emociones.
Sonata Arctica se olvida de sus inicios pero no de sus seguidores
El cielo se cerró por completo y comenzó a llover. Esto, para unos fineses, no es novedad, pero para los españoles parece ser que sí, de tal manera que muchos acudieron a la carpa a refugiarse como si fuera ácido lo que caía del cielo. Una pena, ya que para los que aguantamos, unos voluntariosos e involucrados Sonata Arctica nos brindaron un gran bolo.
Conocido es que Sonata Arctica no se prodiga mucho en sus primeros trabajos cuando de actuar en un festival se trata. Otra cosa son sus giras. Esto, para los que verdaderamente seguimos al grupo, pasa más o menos desapercibido, ya que valoramos en gran medida todos sus trabajos (excepto Unia ¬¬). Pero otra cosa es lo que piensan los que no han pasado de ‘Ecleptica‘ o ‘Silence‘. El caso es que es lo hay y yo me alegro por ello.
El hard rock se apoderó del comienzo del concierto con ‘Shitload Of Money‘. Continuó con ‘The Last Amazing Grays‘, tema más rápido y más powermetalero de unos de los mejores discos del grupo y al mismo tiempo menos valorado: ‘The Days of Grays‘. Con un sonido más que aceptable a pesar de las condiciones climatológicas (a estas alturas llovía bastante), los teclados cogieron protagonismo para encarar ‘Paid in Full‘, continuando después con ‘The Wolves Die Young‘, única incursión en su anterior trabajo ‘Pariah’s Child‘. La actitud de Tony Kakko era encomiable, siempre sonriente e intentando animar al personal constantemente.
Con ‘Closer to an Animal‘ escuchábamos por fin un corte de su último disco ‘The Ninth Hour‘. Y con el sentido comienzo de ‘Losing my Insanity‘, de ‘Stones Grow Her Name‘, llegábamos, en medio de algún que otro fallo técnico relacionado con las pantallas gigantes, a uno de los momentos cumbre del concierto. Personalmente, por su variedad y fuerza, este tema me parece de lo mejorcito que han sacado en su etapa post-power.
Este momento cumbre se postergó y multiplicó cuando comenzó a sonar su único viaje al verdadero pasado. ‘Fullmoon‘ siempre se vive de una manera distinta al resto de temas. Fue su primer éxito y todos le tenemos un cariño especial. Se canto y coreó a muerte. «¡Run away, run away, run away…!
Para rematar la faena, con ‘Life‘ sacaron a relucir la que, probablemente, sea la mejor canción de su ultimo trabajo. Temanzo cargado de sentimiento y melodía que me puso los pelos de punta. Sonata Arctica abandonó el escenario no sin antes decirnos lo que necesitan (Vodka), dejando muy buenas sensaciones. El que quiera otras cosas, en sus giras os esperan.
Jinjer, esa apisonadora que arrasará todo
Nos tuvimos que ausentar del festival durante un buen rato, lo que nos impidió, muy a nuestro pesar, poder ver Devildriver y Children of Bodom para poder hacer una crónica como Dios manda. Vimos algo, pero a fin de cuentas eran pinceladas insuficientes como para poder hacernos una idea de lo que pasó. Ante esta situación, decidimos lanzarnos a por Jinjer. Un grupo relativamente joven que viene machacando los escenarios y que teníamos muchas ganas de ver.
Lo de estos ucranianos es un soplo de aire fresco que asegura, cuanto menos, que la llama del heavy metal siga viva en años venideros. Son pura energía que, aderezada con grandísimas dosis de calidad, se descarga como un cañonazo a nuestra línea de flotación en cada bolo que dan. Sinceramente y sin ningún genero de dudas, eran merecedores de tocar en los escenarios grandes.
A pesar del solapamiento con Children of Bodom(a quién se le ocurre…) el nivel de asistencia era bastante alto cuando los primeros compases de ‘Who’s Gonna Be the One‘ empezaron a sonar. La sonrisa se dibujaba en nuestros rostros, pero cuando Tatiana Shmailyuk salía a escena, esta se transformó en una boca abierta de asombro ante la brutalidad que veíamos. Tatiana lo revoluciona todo a su antojo, controla los tempos y nos controla a nosotros 😀
‘Words of Wisdom‘ y ‘Sit Stay Roll Over‘, a pesar de su deficiente sonido, llegando incluso a propiciar graves fallos técnicos, supusieron un martillazo que para nada amilanó a Tatiana ni al resto de la banda, que se vino más arriba incluso. A todo esto llegó ‘I Speak Astronomy‘, tema que define a Jinjer perfectamente como banda: Death abierto influencias melódicas, progresivas, jazz, regaae… Esta maravilla inspirada en la película Interstellar nos dejó a todos ojipláticos.
En’Just Another‘ siguió la descarga, con Tatiana haciendo de las suyas y el resto de la banda respaldándola de manera brillante. Tras esta, Tatiana avanzó un momento de calma(si es que se le puede llamar así) con ‘Piscis‘. Aquí las voces limpias se intercalaban de manera magistral con la guturales. Toda una demostración, una vez más, de las cualidades vocales superlativas de esta chica.
El concierto y el repaso a sus únicos dos trabajos terminaba con ‘I Want it I’ll Get it‘ y la gran ‘Captain Clock‘. Entre la estupefacción y el asombro. Así nos quedamos tras ver como esta locomotora ucraniana nos pasaba por encima. Con ganas de más nos quedamos. Mucho más.
Powerwolf y su gran celebración
Powerwolf, con su producción completa (nótese la ironía), pasaban por ser uno de los grupos más destacados del día. Efectivamente, así fue, ya que no defraudaron a nadie. Aunque en todas partes hay haters que por muy bien que lo hagas siempre te van a atizar, el sentido común y sobre todo la vista y el oído están por encima de todas esas estupideces.
‘Blessed & Possessed‘ y ‘Army of the Night‘ supuso el comienzo enlazado de su concierto. A pesar de tener nuevo y reciente disco en el mercado, se sigue manteniendo el guiño a su anterior disco. Ambas supusieron una buena muestra de lo que los 80 mínimos asignados iban a dar de sí. El grupo lo dio todo y nosotros no nos quedamos atrás.
Tras cuestionarnos Attila Dorn si nos gustaba su nuevo disco, empezó a sonar la que fue su tercer single, ‘Incense & Iron‘. No es de lo más destacado de ‘The Sacrament of Sin‘, por lo que el ambiente general se relajó un poco. Pero esto no fue más que la tempestad que precede a la calma, ya que a renglón seguido sonó un taponazo como ‘Amen & Attack‘. Con la gente nuevamente enfervorizada, Attila nos hablaría ahora de las amigas del demonio como preludio de la hiper comercial (también en concierto) ‘Demons Are a Girl’s Best Friends‘. Este tema ya ha calado muy hondo entre sus legiones de seguidores, que hicieron de la parte del estribillo todo un coro.
Volvíamos a ‘Blessed & Possessed’ para abordar el que para mi es el tema más destacado de este disco: ‘Armata Strigoi‘. Melódica y pegadiza a más no poder, sonó espectacularmente bien, con los hermanos Greywolf haciendo un trabajo magistral en las cuerdas. Con la operística y grandilocuente ‘Let There by Night‘ finalizaba el repaso a su anterior trabajo.
Nuevamente llegaba un tema en el que el público volvía a coger protagonismo. «blood», «good», «tonight»…’All We need is Blood‘ hizo las delicias de todos. Con ‘Fire & Forgive‘ se hacía la última visita a su más reciente trabajo. Probablemente el tema más duro y rápido de los escuchados hasta el momento. La pirotecnia le venía al pelo. ¿Dónde estaría metida? ;p
A partir de aquí la interacción de la banda con el público fue en aumento. Igual algo excesivo, hasta el punto de que a poco que la hubieran comedido un poco podría haber cabido otro tema. No faltaron las lecciones vocales de Attila para aleccionarnos a la hora de seguirle en el estribillo de ‘Werewolves of Armenia‘ con los típicos «uh, ah». Tampoco estuvimos exentos de las chanzas y competiciones entre Attila y un hiperactivo Falk María (ni la coña del Fuck María) para hacernos cantar cual rebaño obediente antes de ‘Sanctified with Dynamite‘. Entre medias, ‘Resurrection by Erection‘ sonó y enloqueció a la gente como el clásico que es.
Siempre he pensado que ‘We Drink Your Blood‘, uno de los temas más sobresalientes de su discografía, debería ser el final de todos sus conciertos con la idea de dejarlo en todo lo alto, pero nunca es así, ya que ‘Lupus Dei‘ me lo fastidia siempre. El caso es que en esta ocasión me dio igual (no me fui a mear o beber como en otras) y las disfruté como nunca, acabando el concierto exhausto pero henchido de felicidad, y con la sensación de que el heavy metal es lo mejor que hay en la vida. Entiéndase la exageración del momento. 🙂
Saxon es Heavy Metal
El atribuirles a Saxon el rol de cabeza de cartel en la jornada del viernes no era algo descabellado, a pesar de que en años anteriores este ‘privilegio’ hubiera recaído en grupos de mayor ‘tirón’. Pero somos perfectamente conscientes de lo que puede dar la banda de Biff Byford sobre un escenario, por lo que la duda quedó rápidamente disipada a los pocos minutos de iniciarse el concierto. Rayaron a un grandísimo nivel, con un gran sonido y un cuidado setlist que hacía honor a la trayectoria del grupo, siendo para muchos los claros triunfadores de la jornada.
Tras una intro que no hacía más que incrementar la expectación llegaba ‘Thunderbolt‘, de su último y homónimo álbum, para a continuación seguir un otro corte relativamente reciente, ‘Sacrifice‘. Ambos sonaron de escándalo. Saxon es una máquina perfectamente engrasada con el paso del tiempo y así lo demostraron. A parir de aquí, nos llegó una retaila de clásicos que nos pusieron boca abajo. ‘Motorcycle Man‘, donde Biff tuvo una de las mejores interpretaciones de la noche, ‘Power and the Glory‘ y ‘Strong Arm of the Law‘. Casi nada.
El concierto fue una autentica montaña rusa de emociones. Se fueron alternando temas más recientes como ‘Battery Ram‘ o ‘They Played Rock and Roll, en la que dedicó emotivas palabras de recuerdo a su amigo Lemmy Kilmister, con otros clásicos y clasicazos, ya que hay canciones que siempre están por encima de todo. ‘747 (Strangers In The Night)‘, ‘Crusader‘ o ‘Princess Of The Night‘ fueron una buena muestra de ello. Comentar que, a pesar de que ya llevan tiempo haciéndolo, se me hace bastante raro escuchar algunas de estas canciones con doble bombo. Creo que nunca deberían haber perdido, por lo menos en estos temas, esa esencia ochentera.
La actitud de Biff sobre el escenario fue encomiable, y no solo vocalmente hablando. Interactuó con el público en todo momento, y se notó que tenían esta fecha marcada en rojo en su calendario como uno de los momentos clave de la banda este verano. Se puso un chaleco de parches que le lanzaron desde el público, para luego, después de secarse el sudor con él, devolverlo firmado. Grabó y emitió en directo por redes sociales algún pasaje del concierto con su móvil. Casi en la recta final planteó al público que canción queríamos que tocara la banda, para posteriormente acabar comiéndose el papel con el setlist…y tocando la frenética ‘Heavy Metal Thunder‘.
Con ‘Wheels of Steel‘ y ‘Denim and Leather‘ punían el punto y final a un concierto memorable. Nos dieron una lección magistral a todos los presentes sobre como seguir practicando un heavy metal clásico y puro. Sin titubeos ni concesiones de cara a la galería. Saxon es heavy metal en estado puro y lo demostraron con creces.
Freedom Call y el Happy Metal por bandera
Si hay una banda que se mantiene fiel a las líneas maestras del power metal melódico esa es Freedom Call. Por mucho tiempo que pase, evolucionen las modas y tendencias del momento o puedan cambiar sus componentes, ellos se mantienen impertérritos practicando el tipo de música con el que nacieron, y con el que probablemente desaparecerán. ¿Que el power metal más clásico, puro y happy está muerto?, qué más da si ellos siguen siendo felices con lo que hacen, y haciéndonos felices también a muchos de nosotros.
La banda de Chris Bay, ya sin Dan Zimmermann, el otro miembro fundador, sigue dando unos directos cargados de positivismo y alegría. Este del Leyendas no iba a ser una excepción e iría muy en la línea del que hicieron hace unos años. Su último y gran trabajo, ‘Master of Light‘ fue el más representado, ya que sonaron ‘Hammer of the Gods‘, ‘Kings Rise and Fall‘ y la canción que probablemente transmita más buen rollo de los últimos tiempos. Toda una declaración de intenciones de lo que son y seguirán siendo, ‘Metal is for Everyone‘ . Todo ello precedido por el ‘Hallelujah‘ de Leonard Coen, donde Chris, ataviado con una mitra papal y tras avisar a los más susceptibles (dudo que hubiera muchos por allí) de que se trataba de una broma, nos invitaba a entrar y conocer su iglesia particular.
‘Tears of Babylon‘ y ‘United Alliance‘, dos de sus grandes éxitos, fueron los encargados de abrir el concierto. El sonido no era del todo claro y nítido, y la voz de Chris quedaba muy frecuentemente tapada por los ‘aporreos’ del joven baterista del grupo. Todo esto iría mejorando conforma avanzaba el concierto hasta llegar a un punto óptimo en el que podíamos apreciar casi todos lo matices que sonaban.
‘Union of the Strong‘ y sus magestuosos coros a cargo del guitarra Lars Rettkowitz y el bajista Iker Ersin pusieron patas arriba el Mark Reale. Un recinto que, al igual que en su anterior actuación, se quedó claramente pequeño. Si con Jinjer estaba claro, con Freedom Call lo es aun más. No voy a entrar en más debate, pero si estos grupos no son merecedores de escenario grande, muy pocos lo serían entonces.
La hómina y épica ‘Freedom Call‘ nos hizo vivir un gran momento de hermanamiento, con botes y cánticos de su estribillo incluidos. Tras la más hard rockera ‘Power and Glory‘ y su «heavy metal party…» llegaban dos de sus himnos para poner un punto y final por todo lo alto. ‘Warriors‘ y ‘Land of Light‘, del que probablemente sea su mejor disco, Eternity, llegaron para culminar esta fiesta del happy metal y dejarnos en la cara una sonrisa de oreja a oreja.
¡Madre mía qué vorágine de conciertos!👈👉⚡ Y si como dices, solapan horas🕓🕔 de aquellos grupos a los que desearías ir, ¡Qué jodienda!
Ufff, cualquiera pone un pero después del despiece que haces en este genial artículo. Se aprecia que la persona que escribe ama al heavy metal desde hace mucho mucho tiempo. Por ahora, y si haber estado allí, opino que PW son un grupo para el directo, que suenan fenomenal, en especial porque la voz de attila lo llena todo. No es grupo por el que pierda la cabeza, pero aprecio su valía y también su marketing más que estudiado. No son nadie está gente, saben lo que hacen desde que empiezan hasta que se van. El marketing lo invade todo y no podemos vivir a sus espaldas. Por otro lado saxon de marketing saben lo justo, ni falta que les hace. Su te comento que elegir un grupo del leyendas este año, saxon hubiera sido mi elección. Llevan el heavy metal por bandera. Ahí queda mi opinión, por ahora, seguiré. Enhorabuena por el artículo.
Por variedad, calidad y no tener un momento de respiro, el mejor día para mí. Destaco por encima de todos a Powerwolf y Jinjer. Solo por este día ya mereció la pena ir al Leyendas este año.