Concierto de Dry River – Sala Tántalo (Cartagena) -24/11/18

Gran noche la que vivimos el sábado pasado en la sala Tántalo de Cartagena, en la que se celebró el concierto de uno de los grupos preferidos de este que escribe, los castellonenses Dry River. Con unas expectativas muy altas, debido a la calidad y trayectoria de la banda, decidimos por fin asistir, a lo que toda la gente, que había tenido la suerte de ver, era una experiencia inolvidable, en especial, para aquellos que saben apreciar el buen rock.

A las 19:00 quedamos tres de los componentes de esta web en la Rambla de Almería, para dirigirnos vía coche al lugar del evento, lo que nos hizo llegar – palo mediante de 14.15 € en la autopista de Cartagena – a nuestro destino sobre las 21:00.

No nos resultó difícil aparcar, ni tampoco encontrar la sala, una sala con aspecto de discoteca, la cual tenía una excelente acústica.

Decidimos tomarnos un «par» de cervezas y comer algo antes de entrar al concierto, por lo que elegimos el bar que había justo al lado de la sala, en el que nos encontramos con todos los miembros de la banda. De hecho cuando Ángel – el cantante de Dry River – entro al bar, yo mismo llamé su atención para presentarnos y aprovechar para comentar algunos temas, en especial relacionados con el panorama actual de conciertos heavy.

Al final la cena se alargó algo más de la cuenta, y no precisamente por lo buenas que estaban las tapas del bar, algo recalentadas de más, sino por cargar un poco las pilas antes de entrar, por lo que cuando accedimos, Coversion acababan de terminar su actuación, una pena. Parecer ser que ellos habían sido los «culpables» de traer a Dry River.

De la asistencia, comentar que los que nos dimos cita, vivimos una noche gloriosa y mágica, cantando cada uno de los temas que la banda decidió formarán parte del setlist de la noche. Los que no fueron, ellos se lo perdieron.

El setlist lo conforma el último disco casi al completo, más algún tema especial antiguo de los que resultan casi imprescindibles. Pero si queremos ser sinceros, muchos de los allí presentes esa noche, 24 de noviembre, día en el que nos dejó Freddie Mercury (1.991), teníamos la esperanza de que se marcarán un tributo a la mejor banda de rock de la historia, Queen, ya que por todos es sabido, la gran influencia que ha ejercido la banda británica sobre Dry River.

Finalmente ese sueño se hizo realidad, y nos regalaron en la casi recta final del show, para el deleite del personal, una versión antológica de ‘Bohemian Rhapsody‘, demostrándonos una vez más que, solo una banda de una calidad tan grande como esta, es capaz de dejarnos un momento, de esos tan especiales, que nos llevaremos metido en nuestra mochila. Gracias Dry River por regalarnos ese momento y buscarle hueco, dentro de un repertorio tan amplio como el vuestro, más teniendo en cuenta que disponian de un horario bastante limitado, dada la naturaleza del recinto. Curiosa la cola que había formada en la calle, esperando para entrar al local y los porteros, lo bien que organizaban a los jóvenes, me llamó mucho la atención.

No tengo anotado el orden de las canciones, ni siquiera recuerdo con exactitud todas las que tocaron. Reconozco que para esto no soy muy profesional. Pero por mucho texto que yo exponga aquí, por mucho que os cuente lo bien que suenan, lo compenetrados que están, la destreza de todos y cada uno de los miembros de la banda, has de ir a verlos en directo para saber apreciarlo. Es como si quieres visitar la Sagrada familia, por lo que te cuente alguien. Este tipo de música hay que vivirla.

La noche comenzó con uno de los temas mas heavies de su último plástico, ‘Fundido a negro‘, un temazo con un riffeo espectacular, donde el aire a Muse se percibe claramente. Un inicio de show, en el que ya pudimos darnos cuenta, de que gozarían de un gran sonido, algo a lo que por desgracia, los habituales a festivales y conciertos, no estamos acostumbrados. Cada punteo, cada tecla que pulsaba el teclista Martí Bellmumt, se distinguía de forma nítida, dentro del potente sonido que desprendía la banda. Mención especial, aunque en Dry River, mencionar especialmente a alguien es algo injusto, a Ángel Belinchón a las voces, el cual demostró un registro vocal enorme y una perfecta vocalización, sin olvidarnos de su función como frontman, apoyado por el guitarra y principal compositor de la banda Carlos Alvarez, los cuales entre canción y canción, hacían gala de un sentido del humor muy inteligente, el cual arrancaba fácilmente las carcajadas de los asistentes.

Después de un tema ajeno a 2.038, como es el memorable, progresivo y enérgico ‘Pequeño animal‘, perteneciente a su álbum debut ‘El circo de la Tierra‘, llegó la compleja ‘Rómpelo‘, la cual sonó tan potente como en el disco, una canción repleta de giros y cambios de ritmo, con un riff muy original y pesado, para culminar en uno de esos estribillos made in Dry River. Lo dije en su momento y lo reitero, me recuerda a ‘I want it all‘ de Queen.

Camino‘, reafirmó que es una de las piezas más heavy su último disco. La gente se desgañitó cantando ese estribillo tan genial, que cuando se abre paso después de la retaila de solos y fragmentos muy museanos, sabe a gloria bendita. Una de las mejores y más conseguidas letras del disco.

Irresistible‘ de su anterior disco, ‘Quien tenga algo que decir…que calle para siempre‘, es la canción más bailable y ochentera de Dry River, con una base de teclados muy presente. Tal es así, que incluso Ángel se cuelga un teclado, lo que le confiere al grupo un carácter  muy elevado de multiinstrumentalismo. Reecordemos que Carlos también se prodiga en algunos fragmentos con el teclado, y el teclista Martí Bellmunt, no se corta en tocar el saxofón, cuando la situación lo requiere. Irresistible es un tema que perdurará en su setlist, de eso no tengo duda. Mención especial a la representación genial del actor.

El prog medley, como a ellos les gusta llamarlo, es Dry River en estado puro, un deleite para los sentidos, un torrente de virtuosismo bien entendido, en el que domina la épica ‘Peán‘, pero en el que sobresalen también piezas como la que abre su último disco, la increíble ‘Perder el norte‘, o la que sirve para darle el palito que se merece a la clase política de este país ‘Rosas y gaviotas‘.

Sobre la mitad del show nos tenían reservada esa sorpresa antes nombrada, que muchos esperábamos, ‘Bohemian Rhapsody‘, resultando ser uno de los momentos álgidos de la noche, por no decir el cenit de la actuación, y es que Dry River la bordan como nunca he visto hacer a nadie, ni siquiera a los mismísimos Queen.

En ‘Al otro lado‘, nos volvió a dejar claro, por si alguien tenía cualquier mínimo atisbo de duda, que Ángel tiene un nivel vocal superlativo, capaz de llegar a notas muy agudas y mantenerse ahí eternamente. También demostraron que son un grupo muy versátil, capaz de tocar estilos tan diversos como el rock, blues, metal o incluso jazz. Es el tema más Floyd que ha hecho Dry River, por lo menos de su setlist. Impresionante de principio a fin.

Otro de los momentos álgidos de la noche llego con la mejor balada de rock español en años, la afectiva y memorable ‘Me va a faltar el aire‘, una canción que nunca me cansaré de oír y en la que siempre estoy deseando oír la parte final, cuando la componente sinfónica se impone, trazando la preciosa melodía de la canción.

Con la música a otra parte‘ nos enseñó a unos Dry River rockero/festivos, donde los solos de la parte final te dejan sin respiración. Todo un alarde de precisión y virtuosismo.

Por tiempo, creo que se les quedó fuera la extravagante ‘Me pone a cien‘, e incluso alguna sorpresa más que tenían preparada, pero el tiempo era limitado y no les quedó más remedio que lanzar su himno ‘Traspasa mi piel‘, después eso sí, de una versión acústica/eléctrica de ‘Cautivos‘, que dejó muy buen sabor de boca, y que mejoraba la versión más acústica y folk del disco. ‘Traspasa mi piel‘ es una pieza donde te chocas de golpe con Queen, con Dream Theater y con los mismísimos Deep purple. Todo ello enlazado de forma magistral, como solo el talento Dry River sabe fusionar.

Al final de la canción, hacen que el público participe y que cante este himno de himnos: «Dame de beber, la melodía de tus palabras…» 

Como conclusión final, diré que tenía las expectativas muy altas y Dry River las superó con creces, verlos así de tan cerca, me hizo comprobar que después de asistir a tantos conciertos y festivales, yo nunca había visto una calidad  interpretativa y clase semejante.

Un concierto de Dry River es una experiencia que a los que os gusta el buen rock, tenéis que experimentar por lo menos una vez en vuestra vida.

Reflexiones – preguntas que me surgen de cara al futuro de la banda:

Con que nos sorprenderá Dry River en el futuro?

Que se atreverán a hacer en su próximo disco?

Pegarán ya el salto definitivo que se merecen y que todos esperamos?

Incluirán algún tema trash, gótico y incluso death?

Con Dry River nunca sabes lo que vendrá, pero de lo que sí estás completamente seguro, es que saquen lo que saquen, será de una calidad máxima, y nosotros desde nuestro Cabodelrock seguiremos apoyándoles todo lo que se merecen, porque me da la espina de que esta banda tiene ese «algo», que no sabes definir muy bien lo que es, o sí, pero que la hace diferente al resto, y esperamos que todo este boom Dry River que está ocurriendo, sea solo el principio de algo, que cambie definitivamente el rumbo de la música, y volvamos a escuchar grupos buenos de rock en radio y TV. Y si no, siempre nos quedará nuestro mundo underground rockero que tanto nos gusta.

No quiero despedir el post sin nombrar a los otros miembros del grupo que tocaron esa noche, el maestro Matías Orero a la guitarra, David Mascaró al bajo, con su gran pose rockera impertérrita. Y para terminar, José Mazuecos tras los parches, que tuvo la difícil labor de sustituir a Pedro Corral, tarea nada facil que resolvió con mucha seguridad, aportándole todo el ritmo que necesita una banda como Dry River. Me apunta gente muy cercana a la banda que es un reputado batería miembro de las bandas Solid Relax Project y Alien Rockin’ Explosion.

Dry River, muchas gracias por regalarnos este rato de buena música. Nos vemos cómo mínimo en Fuengirola en el Rock the Coast. Hasta pronto amigos.

Fragmento grabado por ElCabodelRock

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