De camino al trabajo cada mañana, la elección correcta de las 4 ó 5 canciones que me da tiempo a escuchar se ha convertido en un ritual sagrado, en un acto imprescindible, que me ayuda a encarar otra intensa mañana de trabajo.
La semana pasada le tocó el turno al último directo de Iron Maiden ‘The book Of Souls: Live Chapter‘. Tras varios días de escuchas, pensé en hacer una curiosa comparativa, por lo que recuperé de la estantería el mítico directo de 1.985 ‘Live After Death‘.
Al volver a escuchar al grupo en dos épocas tan alejadas, me detuve y comencé a revisar, como había sido la evolución en directo de la doncella, durante los casi 35 años que separan ambos discos en vivo, y si Iron Maiden habían perdido quizá demasiado por el largo camino. ¿Quieres conocer mis conclusiones? Quédate y lee atentamente.
Muy probablemente, cuando hablamos del directo de Iron Maiden ‘Live After Death‘, estamos hablando del mejor directo de Heavy Metal de todos los tiempos, de la piedra angular sobre la que se ha construido el Heavy Metal moderno. Porque no nos engañemos, sin Iron Maiden, el Heavy Metal tal y como lo conocemos, no existiría. La repercusión y la influencia de la banda británica sigue siendo infinita.
Por lo que comparar cualquier disco con ‘Live After Death‘, es una tarea con un resultado conocido, la placa de 1.985 saldrá vencedora, aún cuando la comparemos con otro disco de ellos mismos.
Desde la genial y cuidada portada del maestro Derek Riggs, siempre impregnadas de ese halo de futurismo que tanto nos molaba cuando éramos chavales, pasando por la exquisita selección del setlist, que repasa cada uno de los hits de sus 5 primeros discos, y culminado por una banda, que en esos años estaba ya a un nivel estratosférico, con un Bruce Dickinson que demostraba a los fans, que fue sin lugar a dudas, la mejor elección para sustituir a Paul Di’anno.
Recordemos que Iron Maiden es la banda culpable de que muchos chavales se engancharan para los restos a esta locura llamada Heavy Metal. Si queréis leer la historia, de como conocí el Heavy Metal con Iron Maiden, y lo que se siente al oírlo por primera vez, pinchar aquí.
Es el grupo de todos y de siempre, a qué fan del Heavy no le gusta Iron Maiden. No podemos concebir ni entender el Heavy sin la banda inglesa. Cuando pasen 30 años y alguien se atreva a hacer una especie de biblia del Heavy Metal, Iron Maiden será la banda que más páginas ocupe. Para un fan de los de verdad, los Maiden no es solo un grupo de Metal, es una religión.
Es la mayor influencia para las bandas de sonidos pesados, en todo el espectro de estilos del que disponemos actualmente. Una banda capaz de provocar auténticas locuras entre los coleccionistas, los cuales, adquieren su extensa discografía, incluso en diferentes formatos.
Un grupo que podría tocar durante 5 horas seguidas, y todavía se dejaría numerosos clásicos y temas excelentes fuera.
Es una banda capaz de provocar el éxtasis en gente ajena al Heavy Metal, gracias a temas tan explosivos y accesibles como la enigmática ‘Fear of The Dark‘ o la apoteósica ‘Run To The Hills‘, una banda capaz de crear hits del calibre de ‘Can I Play With Madness’ o la más reciente ‘The Wicker Man’, sin olvidarnos de su cara más progresiva y compleja, esa que en sus últimos años han explotado con más ahínco. De esta faceta nacen temas tan espectaculares como ‘The Rime of the Ancient Mariner‘ , incluida en ‘Live After Death‘ o la excelsa y épica ‘Blood Brothers‘, canción que Iron Maiden, haciendo gala de su excelente criterio incluyó en el ‘The Book of Souls: Live Chapter‘.
Iron Maiden, lejos de retirarse y de vivir de las rentas, siguen más activos que nunca, gracias a una regular periodicidad en sus lanzamientos de estudio, así como a la asombrosa continuidad de sus exitosas giras. Recordemos que este verano vuelven a visitar nuestro país (25 de Julio – Barcelona).
Después de revisar en profundidad ambos discos, ‘Live After Death y ‘The Book of Souls: Live Chapter‘, me sorprende mucho el nivel que sigue demostrando la banda, con un Bruce Dickinson al que le cuesta algo más permanecer tanto tiempo en esas tesituras tan altas y exigentes, pero finalmente, y no sin esfuerzo, Bruce lo consigue. Una banda que es capaz, sin excesivas florituras de proyectar ese sonido único, electrizante y arrollador que les ha hecho tan grandes. Destacar también la sabia elección del setlist, sabiendo encajar entre tanto clásico, y sin bajar el nivel, canciones de su espectacular y último lanzamiento de estudio ‘The Book of Souls’.
Respecto a la producción de ambos discos, comentar que Iron Maiden se ha caracterizado siempre por cuidar mucho su sonido en directo, por lo que no ha necesitado de demasiados retoques de estudio. Con los avances y medios técnicos actuales, este podría ser un aspecto en el que ‘The Book of Souls: Live Chapter’ saliera vencedor, pero no, el sonidazo adelantado a su época del ‘Live After Death’, unido a ese delicioso sabor a Heavy añejo ochentero, pesa demasiado.
En definitiva, podemos decir muy orgullosos, que nos queda Iron Maiden para varios años más, y debemos estar más que agradecidos a la madre de todas las madres del Heavy, la Doncella de Hierro Iron Maiden.
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