Nocturnal Rites – Phoenix (2017)

Nocturnal Rites - Phoenix (2017)

Desde el 2007 no sabíamos nada de Nocturnal Rites, y eso es mucho tiempo. Hasta que hace unos cuantos meses, y sin apenas noticias de la banda en redes sociales, un tímido “Hello” fue publicado en su cuenta de Face. Ese fue el pistoletazo de salida para Phoenix, su último disco, lanzado a finales de septiembre. Desde entonces no he dejado de leer críticas positivas de su último disco, pero, ¿de verdad es tan bueno?

Un buen descanso

Nocturnal Rites empezaron con un sonido bastante diferente del que tienen ahora. Recuerdo que un gran amigo, y que era además mi “metal coach”, me preguntó: ¿Has escuchado Nocturnal Rites? Yo le dije que no, e inmediatamente me respondió: “¡Estás en pecado!”. Me pasó el Tales Of Mystery And Imagination (1998), y yo cumplí penitencia escuchándolo sin parar durante las siguientes semanas. Un pedazo de disco de Heavy Clásico, con toques de Metal Épico. Pero antes de publicar ningún disco, se cuenta que sus primeras demos (que no he llegado a escuchar) eran de estilo Death Metal.

Desde entonces su música ha ido ganando velocidad y melodía. Su sonido tosco, casi ochentero, dio pie a un sonido mejor producido con una base rítmica muy contundente. Y así, hasta que en 2002, ya con Lindqvist a las voces, y en pleno resurgir del Power, publicaron Shadowland, estilo al que han permanecido fieles desde entonces.

Mis dos favoritos de esta época son precisamente los que fueron sus dos últimos discos hasta la llegada de Phoenix, Grand Illusion (2005) y The 8th Sin (2007). Y desde entonces, un gran vacío, lo que los guiris llaman algo así como hiatus.

Llegan los adelantos...

El primer adelanto que ofrecieron de su nuevo disco, Before We Waste Away, a finales de junio, dejó bien a las claras que no habría sorpresas. Lo avanzamos en esta web al día siguiente. Su sonido era idéntico al de los discos precedentes, hasta el punto de que el nuevo tema podría encajar en cualquiera de los anteriores trabajos sin desentonar. Un tempo más medido, pero una potente base rítmica, con una melodía y un estribillo muy pegadizos. El nuevo guitarra, Per Nilsson, presentando sus credenciales con solvencia.

En agosto ofrecieron su segundo adelanto, A Heart As Black As Coal, tema con el que abren el telón del Phoenix, con unas guitarras muy muy pesadas, pero igual de melódico que el anterior.

A solo un mes de su presentación, un nuevo adelanto, Repent My Sins, uno de mis temas favoritos, en la línea de los anteriores, con un Lindqvist muy inspirado, cuyo tono de voz echaba de menos. Lo veo más temprano que tarde como parte de la familia Avantasia en sustitución del bueno de Catley, que ya no está para muchos trotes.

Por último, adelantaron su What’s Killing Me en formato lyric video, que hace solo unos pocos días ya han publicado en formato videoclip. Otro gran tema, y con unas guitarras muy limpias, clavando solos muy melódicos y digeribles.

Phoenix

Y con tanto adelanto, ¿qué han dejado para el día del estreno? Pues lamento decir que solo más de lo mismo, unos cuantos temas más, y todos muy buenos. En especial la animada A Song For You.

Pero entonces las buenas críticas están justificadas, ¿no? Si eres fan de Nocturnal Rites, no. No si una de tus bandas de referencia desaparece durante 10 años, y luego aparece para publicar un “buen disco”. En mi opinión, Phoenix no tiene chispa. Quizás tenga que darle un tiempo, pero hoy mientras escribo estas líneas, este disco no me ha llegado. No tiene punch, ese arranque que te hace levantarte de tu asiento. No genera esa electricidad que hace que se te pongan los pelos de punta. Es simplemente un “buen disco”. Sin más.

¿Hacen gira?

Pues aún no hay noticias, pero os mantendremos informados, ya que esta banda, a pesar de lo dicho, nos gusta, y nos encantaría verlos en directo.

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4 Comentarios

  1. Muy buen repaso el que has hecho de Nocturnal Rites, todavía recuerdo una vuelta de la añorada sala El Rockero, creo que veníamos de ver a Rata Blanca, nos vinimos contigo en el coche, o quizá en el de tu amigo y pusisteis el primer disco de esta gran banda, recuerdo muy bien que flipábais con la melodía, igual que los que íbamos en el asiento trasero. Un 10 para tu crítica.

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