La llegada
Un año más y ya van 4, El Cabo del Rock hace acto de presencia en el que para nosotros, por diversos motivos que iremos desgranando en estas crónicas diarias, es el festival veraniego más destacado del panorama metalero nacional: el Leyendas del Rock 2018, que este año cumplía su décimo tercera edición.
Llegar a Villena en esta época del año es sinónimo de heavy metal. Entrar al pueblo y encontrarse con el cartelón de ‘Bienvenidos al Leyendas del Rock‘ es una auténtica experiencia vital. Se eriza el vello, las pulsaciones se aceleran y la respiración aumenta hasta llegar al borde de la taquipnea. En esos momento sientes que ni quieres ni puedes estar en un sitio mejor. Tu cuerpo se empieza a hacer a la idea de que van a ser 4 días largos e intensos. Comienza la batalla sabiendo que algún día llegará el deseado reposo del guerrero.
En esta primera jornada no estaba presente el equipo de esta web al completo, pero sí que había una representación suficiente como para traeros una crónica cargada de detalles y opiniones sinceras. Es lo que vimos y decimos lo que sentimos. Siempre.
Cuando entrábamos al recinto (sin cambios reseñables en cuanto a su diseño y distribución sobre el año anterior) estaban sonando las últimas notas de la actuación de Ars Amandi, por lo que, al igual que de Stinger, poco podemos opinar o decir de su actuación, más allá de hacer propósito de enmienda de cara a futuras ediciones para intentar llegar antes. Tampoco os podremos traer la crónica de los conciertos de Soziedad Alkohólika y Gigatron. Tras una larga jornada, viaje incluido, decidimos retirarnos a descansar y prepararnos para lo que se nos vendría encima en los tres días siguientes.
Riot V o como ser y parecer un fuera de serie
Cuando Riot V, plato principal de este día para los más ‘metaleros’, comenzaba su actuación, ya había bastante gente en el recinto, por lo que el ambiente creado ya daba pie a vivir la primera gran fiesta de esta edición del festival.
Tras unos sonidos de sirenas y alarmas antiaéreas, comenzaba su descarga con ‘Victory‘, gran tema de su último trabajo. Destacar el setlist tan compensado y coherente que nos ofrecieron. Fueron mezclando temas de su último trabajo, cortes del que para muchos es su mejor disco, ‘Thundersteel‘, y grandes clásicos de la banda. Que el concierto no estuviera separado en bloques, si no que todo fuera fluyendo de manera más natural, hizo que el espectáculo fuera bastante más ameno.
La banda creada por el difunto Mark Reale (¿os suena?) tuvo un gran comportamiento sobre el escenario. Todos sus miembros, uniformados de rojo y negro, interaccionaban con el público de forma fluida. A destacar el buen rollo de Mike Flyntz botella de tequila en mano y la ‘sobrada vocal’ que tuvo Todd Michael Hall en todo momento. Es un fuera de serie y lo sabe, a parte de estar más fuerte que el vinagre. Tal recital dio, que con ‘Thundersteel’, tema que daba por concluido el concierto, yo pensaba que tendría cierta dificultad a la hora de abordar su primera y delicada (por los salvajes agudos que hay) parte inicial. Pero nada de eso. El tío tan normal se la fumó de cabo a rabo sin inmutarse.
Probablemente, la mejor actuación del día.
Sepultura lo arrollaron todo, literalmente
Anecdóticamente diré que esta es la primera vez que veía a Derrick Green, el vocalista del grupo, sin pelo. A parte de con bastantes kilos de más. El recuerdo de un tío de 1.90 con unas rastas de casi un metro y una musculatura de mala bestia, hace que la actual imagen sea cuanto menos graciosa. Esto en realidad no debe tener nada que ver con una buena o mala actuación, pero no sé, me impactó y quería contarlo.
Sobre la actuación en sí, pues todo se resume en un muy mal sonido. El bajo y la batería lo anulaban todo. El ‘batera‘ Eloy Casagrande es una autentica locomotor humana. Un portento de este instrumento, vamos, pero satura y arrollan todas las canciones, llegando a ser hasta ininteligibles. Había incluso clásicos que antes de empezar se anunciaba el nombre, porque de lo contrario a duras penas se podían distinguir los ‘Territory‘ o ‘Arise‘ por ejemplo. Esa base rítmica tan potente lo acabó destrozando todo. Y si no teníamos suficiente, Derrick Green, de vez en cuando, se animaba con sus tambores propios.
También quiero reseñar el cambio vocal que ha tenido la banda, y no me refiero a Max por Derrick. No. Me refiero a la evolución vocal hacia ritmos más hip-hop hasta en los clásicos de la banda incluso. Sepultura originalmente no era así y me cuesta digerir y disfrutar este cambio.
Graciosa también fue la mini celebración en el escenario de los 20 años del ‘nuevo‘ cantante del grupo. ¿Dardito a los hermanos Cavalera?
Con sepultura también pudimos ver (y sentir) los primeros ‘circle pits‘ del festival . El ambiente, por suerte, se iba caldeando para recibir a un maestro.
Rosendo, un músico auténtico
Con un sobrio despliegue en el escenario, acompañado por su baterista, su bajista y un simple grupo de altavoces en el centro, daba comienzo el que quizá era el momento más esperado del día por parte del público. No en vano, este concierto fue el que más gente congregó sin lugar a dudas. No obstante, es justo reconocer que la asistencia queda muy por debajo de la producida el año pasado en esta misma jornada. La diferencia a peor en este año se percibía claramente y me generó bastante tristeza.
Con un espectacular juego de luces centrado en la figura de Rosendo, el concierto se dividió en dos bloques. Todo lo contrario al de Riot V. Una primera parte que comprendía los últimos 15 años con temas ‘nuevos’ por así decirlo. Y un segundo bloque plagado de grandes clásicos. Este primer bloque se me hizo un tanto tedioso y aburrido. No solo por no atraerme tanto las canciones, si no porque al finalizar cada tema las luces se iban a negro y el escenario quedaba a oscuras durante aproximadamente 30 segundos. En estas pausas el público entregado coreaba su nombre sin parar, pero a mi me resultaba una interrupción excesiva que me impedía terminar de conectar con el concierto. Dentro de este bloque destacó la versión del ‘No dudaría‘ de Antonio Flores
La segunda parte del concierto fue otra cosa bien distinta en lo que a mis sensaciones se refiere. Tras una de estas pausas comentadas, Rosendo preguntó al público sobre «¿quien se acordaba de los viejos tiempos?…«. A partir de aquí, siendo ‘El Tren‘ el comienzo, se fueron encadenando los clásicos de este entrañable músico. ‘Flojos de Pantalón‘, ‘Masculino Singular‘, ‘Pan de Higo‘, ‘Navegando‘, ‘Agradecido‘, ‘Maneras de Vivir‘…
Rosendo, algo soso en su manera de ser y transmitir, casi sin pretenderlo, se hace querer. Yo tengo la sensación de que es un tío verdaderamente tímido y la fama le supera, por lo que esto le impide ser un auténtico ‘frontman’. Pero esto al mismo tiempo le hace ser un músico único y autentico, y en Villena lo volvió a demostrar.
En breve continuaremos con la crónica del jueves.
Nota.- Los textos han sido creados a partir de las notas de audio aportadas por nuestro compañero Fox Mulder, miembro de esta web que estuvo presente en esta jornada.
¡Gracias por el exhaustivo relato (A LOS DOS)!👉👈
Seguro que la actuación de Giga fue para esbozar de oreja a oreja (alguien habrá grabado algo).🎥 ❌
El esquema de los conciertos lo elegirá la banda, supongo (al respecto de lo que comentas de Rosendo), y el tema iluminación ⚡🌞también.
Y a Rosendo, en mi humilde opinión, creo que no le falta sal, es un músico y compositor, de corte muy sobrio, alejado de adornos banales y superfluos (prima la MÚSICA de su grupo y no su imagen).💯% NATURAL Y AUTÉNTICO.
Buenísima la crónica Fox, ha sido como casi estar ahí. De los grupos que tocaron el primer día, sin duda que hubiera quedado con Riot, son una leyenda viva del heavy metal más auténtico, que siguen sacando material de primerisimo nivel.Rosendo, poco más que añadir. Es un Dios, pero en mi opinión, sus conciertos podrían ser como mínimo el doble de lo que son. Loco por incordiar????