Después de un largo año de espera llegó el momento, el Leyendas del Rock 2017 estaba a punto de comenzar. La llamada «fiesta de bienvenida» se había convertido este año en un día más del festival por derecho propio debido a la incorporación de Amon Amarth. El cobro simbólico de 5 euros por entrada no impidió que fuera la jornada más popular del festival, con una cifra estimada de 22.000 asistentes.
Las colas del primer día nos jugaron una mala pasada, tanto para acceder al parking con el coche, como para entrar, así que nos perdimos las actuaciones del tributo a Metallica y Judith Mateo. Al menos el día estaba nublado, ¡cómo echamos de menos este tiempo los días siguientes! Sobre todo en los acústicos celebrados en la Plaza Mayor de Villena.
Thundermother
Las suecas se presentaban en el Leyendas con un par de discos bajo el brazo y recientes cambios de formación. La fórmula es similar a la de bandas como AC/DC o Airbourne, pero interpretada por féminas, Rock’n’roll potente para ir calentando la fresca hierba de Villena, que ya empezaba a temerse lo que se le venía encima. Con un sonido aceptable desgranaron algunos de sus temas más populares: Shoot To Kill, Deal With The Devil, o Cheers.
En uno de los temas la vocalista, Guernica Mancini, enfundada en unos llamativos shorts azules y con pinturas de guerra en su cara, comentó que era el cumpleaños de la “Felipa”, anuncio que fue seguido de un tímido “Cumpleaños Feliz” por parte de la audiencia. Ellas lo celebraron descorchando una botella de champán que luego empleó Nässil para marcarse un solo de guitarra muy “bluesero”.
Y poco más, un buen concierto para abrir boca.
Angelus Apatrida
Saltamos al otro escenario con thrash hispano, nos recibieron los albaceteños Angelus Apatrida que “trabajaron” el primer día, pero luego los vi disfrutando del festival como todo hijo de vecino a ras de hierba o defendiendo su cerveza en El Salón de la Cerveza, en el Mercado Municipal de Villena.
Dieron tralla para dar y para regalar, pero el sonido seguía siendo solo regular, y notaba que las sección rítmica se comía a las afiladas guitarras del “Polako”, y sobre todo las de “Davish”. Y esto es algo que percibí en bastantes conciertos, pero no entiendo de sonido así que no sé si es un problema técnico o de mi sistema auditivo, que debe andar ya bastante cascado.
El público ya empezó a divertirse de lo lindo con los primeros “circle pits” del festival. Sonaron entre otras Immortal, Versus The World, y You Are Next, con la que cerraron, si no recuerdo mal.
En fin, muy bien, otro grupo que podría ser de los fijos del Leyendas.
Last In Line
De vuelta al Azucena Stage llegó la que para mí fue la primera “sorpresa” del festival. Ya sabéis, esos grupos que a priori dices un aséptico “están bien, los veré” y luego sales “¡¡¡WOW-WOW-WOW!!!”. Last In Line, la banda con los ex-miembros de Dio, tocaron un repertorio que tenía las de ganar, y eso ya era una ventaja, pero…
Pero luego tenemos a un Andrew Freeman, que iba un poco de sobrado, y que cuando tenía que dar el callo le presentaba el micro al público: NO, Mr. Freeman, caca, eso no se hace. Un respeto al Dios, no puede llegar el grito de The Last In Line y luego esconderte como un miserable y dejar que lo grite el público… no, nosotros somos los que pagamos y tú el que cantas. En fin, buen rollo, en general salvo por ese aspecto de sobrado y por esa sensación de estar reservándose para otro show, no quise que este tío me amargara el concierto. Y además, estaba Vivian Campbell…
Si hubiera una Universidad para los guitarristas, y existiera una asignatura llamada «Un guitarrista en concierto», el temario de dicha asignatura podría ser perfectamente un vídeo de la actuación de Vivian Campbell en el Leyendas 2017. No puedo expresar con palabras lo que viví porque no podría hacer justicia ni a lo que vi, ni a lo que sentí, ni a lo que oí. Solo quien estuvo allí de cerca tuvo la posibilidad de apreciar lo que hizo este hombre sobre el escenario. Así que aquí tenemos el que en mi opinión sería el primer MVP del Leyendas, el primer guitarrista de la Banda Leyendas 2017 All Star, Mr. Vivian Campbell.
En fin, además de The Last In Line, y algún tema propio de la banda (tienen un disco muy bueno, por cierto) se vivieron momentos épicos con Holy Diver, y el cierre con Rainbow In The Dark y We Rock, con recuerdo al fallecido Jimmy Bain.
Lo mejor del día, si no contamos a Amon Amarth.
British Lion
Si ya percibía un balance de sonido muy favorable a la sección rítmica, cuando salió Harris al escenario casi me peta el oído. Le metió tres pellizcos al acero de sus cuerdas, así de primeras y sin avisar, que cuando me llegó la onda expansiva me echó un metro hacia atrás.
El día seguía nublado e incluso ya habían empezado a caer algunas gotas contundentes, yo ya me estaba haciendo pajas mentales de imaginarme a Amon Amarth sobre el escenario con una tormenta eléctrica al fondo, y eso me distraía bastante.
En fin, la banda del bueno de Harris no me “llena” demasiado, hay cosillas, pero su disco no es algo que… en fin, yo estaba allí para ver a Harris principalmente. Hay que reconocer que al menos el sosaino de Richard Taylor sonaba un poco más contundente en directo que como lo hace en estudio. Pero en general, el concierto fue sosillo, y cuando arreció la lluvia aproveché para salir de las primera filas, buscar refugio y tomar algo para recargar pilas… el escenario de Amon Amarth ya estaba listo.
Amon Amarth
Llegaron Amon Amarth y la hierba dejó de crecer frente al Azucena Stage (Angelus Apatrida ya se habían encargado de eliminar todo resto de vida vegetal frente al otro escenario unas tres horas antes).
El escenario espectacular con los mascarones de proa de un par de drakkars, y un par de menhires con runas vikingas. Pero sobre todo la presencia de Johan Hegg, lo llena todo, esa sonrisa de autosuficiencia, él sabe que no necesita a nada ni nadie para petar Villena y meterse al público en el bolsillo.
Afortunadamente, el sonido mejoró drásticamente y fue un tema menos por el que preocuparse, aunque al final del concierto el viento se hizo más intenso y se llevaba el sonido, al menos eso se percibía desde donde me encontraba.
Arrancaron con The Pursuit Of Vikings, y ese fue uno de los momentos por los que todas las penurias que implican un festival de este tipo pasan a un segundo plano: la tensión de la espera, las largas colas al sol, el dolor de rodillas, las contracturas en la espalda, todo, todo lo das por ese momento. Es el momento por el que muchos llevábamos esperando casi un año. Casi bloqueado de la emoción me llegaban más sensaciones de las que uno puede procesar, el público dejándose la garganta en los coros, la pirotecnia, …, ¡brutal comienzo de fiesta!
Continuaron con la velocísima As Loke Falls. Empezaba a plantearme que si seguía la cosa a este ritmo palmaba sí o sí, pero es imposible reservar energías, y es que los 5 primeros temas del concierto no dan tregua. No hacía ni 4 días que había visto el concierto de los suecos en Wacken por streaming, pero definitivamente, una cosa es verlo en el salón de tu casa con tu cervecica y tu platico de frutos secos, y otra MUY DIFERENTE es verlo allí, codo con codo con miles de hermanos del metal, que sienten lo mismo que tú por esta música, y que no te miran raro por ello.
La “comercial” First Kill, una de mis favoritas The Way Of Vikings, un ¡Faster! ¡Stronger! más y me petan las cuerdas vocales, At Dawn’s First Light… la palmo. Tenía que respirar. Seguían cayendo unas gotas, y yo miraba al cielo buscando esos relámpagos, la respuesta de Thor a la llamada de Villena. Otro momentazo con Deceiver Of The Gods, o For The Stabwounds In Our Back. Se agradecían esos breves recesos en los que Hegg se paseaba autoritario por el escenario agradeciendo al público en español la entrega que demostramos en cada tema que sonó.
Y como todo lo bueno acaba, llegó el cierre absolutamente apoteósico con Raise Of Horns y Twilight Of The Thunder God, el público coreando varios pasajes completos del tema, los 4 ahí plantados frente al escenario, melena al viento, el ritmo demoledor, se me ponen los pelos de punta solo de recordarlo.
Para mí aquí terminó el primer día. Me había dejado la garganta y me encontraba exhausto y ligeramente empapado por la pertinaz lluvia. Me había vaciado y estaba hecho una piltrafa, no tuve fuerzas para más… y solo era el primer día, “la fiesta de bienvenida”, el festival empezaba al día siguiente… Dio nos coja confesados…
Que bien, que crónica mas entretenida y llena de curiosidades y vivencias a flor de piel, no sabia que Last in Line eran ex-miembros de DIO. Que gustazo y descarga de energía debe de ser ver a Amon Amarth. El Miércoles no pude asistir lamentablemente, pero me alegro de que lo hagas contado así de bien, ha sido como estar allí apretado codo con codo como tu bien dices, con esa gente que tanto ama el metal. Gracias Fox